A propósito de esta noticia tan conmovedora, escribí en su momento un poemita que aquí os traigo. Que lo disfrutéis, amigos.
A la mujer de Jaén
no hay nada que la conturbe
que últimamente La Junta
la enseña a que se masturbe.
Para ello ha publicado
un buen panfleto elocuente
con el que se quite penas
cuando se halle caliente.
Si sigue con eficiencia
los pasos del boletín
logrará sin duda alguna
un dulce gustirrinín.
Que la alegría del cuerpo,
antes de vestir mortaja,
ha de ser, sin duda alguna,
este asunto de la paja.
Más podría suceder,
como suele en erotismo,
que la mujer se viciase
en esto del onanismo.
Y cuando llegue el marido
buscando lo ya acordado,
se encuentre con que su esposa
ya se haya autosaciado.